Pensando en el sistema.

 ¿Por qué es tan difícil pensar en el sistema?

por Hjalmar Hernández

Imagen de Pexels en Pixabay

    Cuando ejerces el liderazgo pensar en el sistema implica cambiar de paradigma, que es lo que parece importante y no lo es viceversa y que es parte del problema que queremos resolver.

    Pensar en el sistema significa pensar en las relaciones de interdependencia que forman parte del problema que queremos atacar. Todo sistema es complejo y adaptativo por ende responder a ello requiere un liderazgo adaptativo, teniendo conciencia que lidiaremos con intereses, libertades y autonomías. 

    Para simplificar la tarea de ver el sistema podemos hacer uso de la herramienta diseñada por Ed O’Malley del Kansas Leadership Center:

Fuente: elaboración propia

La idea es tratar de observar las relaciones que realmente tiene tu desafío:

  • Primero debes plantear bien cuál es realmente tu desafío.
  • Segundo debe ver la realidad de tu desafío.
  • Tercero delimitar bien las facciones están inmersas en tu desafío. Este tema de facciones no solo es de ver los grupos sino que investigar los intereses de cada facción, cuáles son las pérdidas que tendrán en el proceso de solución del desafío, cuales son mis riesgos que debo tomar, que facción es aliada y cual será detractora (puede que todas sean detractoras) 
  • Cuarto, cual es la aspiración tuya y de las facciones.
  • Quinto, Cuál es la brecha entre la realidad y la aspiración. Parece fácil, pero muchos hacen cuentas alegres y al final los proyectos fracasan, deben verse esos problemas técnicos y adaptativos que pueden tener para ver la forma de superarlo o minimizarlos. Entre los problemas adaptativos están el manejo de las emociones.

Un esbozo de ejemplo:

Desafio: mejorar mis clases online.

    Realidad del desafio: hay una finalización del año escolar por ende muchos alumnos estarán trabajando o fuera de línea y por ende podrían no apoyarme con las pruebas que se realicen de las mejoras que se desarrollen

    Los principales involucrados: alumnos, padres de familia, docentes de la institución. Básicamente estas serian las tres facciones. Muchos alumnos y docentes ven a las tareas como simple nota no como desarrollo académico y humano por ende los unos no las planteamos bien y los otros copian de ser posible, pocos realmente hacen su trabajo. 

    Mi aspiración es desarrollar cursos en línea con herramientas diversas que busquen crear ese pensamiento crítico que requieren los alumnos para el presente siglo. La aspiración de muchos alumnos estriba en el día a día y se piensa en un trabajo medianamente estable a futuro, también hay ansias de superación. Habrá que definir el rol del padre de familia en las clases virtuales porque no solo debe limitarse a ser proveedor, por otro lado tanto alumnos como docentes deben redefinir el rol, la percepción con respecto a las tareas debe cambiar, no son un instrumento más para ganar nota sino que para aprender.

    La brecha entre realidad y aspiración. Para poder realizar cursos que verdaderamente busquen desarrollan pensamiento critico o similar se debe tener un pequeño equipo de trabajo, no es labor solo del docente, hay que crear elementos multimedia y aprovechar otros que sirvan para la interacción necesaria en esta nueva realidad. Además se debe contar o tener acceso a tecnología apropiada, en la actualidad solo cuento con una laptop y conexión a internet, necesitaría al menos una buena cámara y un micrófono, por otro lado se debe buscar software adecuado para la edición del material generado (o posiblemente alguien del equipo tenga ya el software y lo pueda manejar)


Utilizando la herramienta de O’Malley se vería así:

 


Grosso modo pero se ha tratado de bosquejar un problema complejo, puedes dejar en los comentarios las cosas que me faltan tomar en cuenta para cada área.

Comentarios

Entradas populares