La verdad y mi cotidianidad.
Por Hjalmar Hernandez.
Desde que somos niños tenemos un bombardeo continuo en aras
de inculcarnos que debemos decir la verdad. Caricaturas como Pinocho hasta
nuestros profesores de los primeros años nos dicen en cada momento que decir
una mentira es malo.
Y crecemos con esta idea, hasta que nuestro actuar vive en
un ambiente fronterizo, cruzando de vez en cuando la delgada línea roja entre
mentiras y verdades.
Pero entonces, ¿Qué es verdad?
Mi “definición de verdad”, si se puede llamar así, ha ido
cambiando con respecto al tiempo, desde ser un pecado el decir mentiras a ser
consciente de lo que digo y hago. Es un término que se escabulle a la hora de
abordarlo y a veces eludimos con alevosía pensar sobre él. Si partimos de la
definición de la RAE dice: “conformidad de las cosas con el concepto que de
ellas forma la mente” y en su acepción 2 dice: “conformidad de lo que se dice
con lo que se siente o piensa”
Si partimos de las anteriores definiciones se puede decir
que la verdad debe ser objetiva y a la misma vez demostrable, por lo tanto
verificable de alguno modo.
El problema de la verdad es que depende del contexto, del
lenguaje, de la cultura, y la sociedad misma. Tenemos así que una fotografía o
una película se presenta la realidad y se valora, pero a veces se hace desde el
contexto del observador no del objeto a valorar. Por otro lado “la verdad pura
es inalcanzable por el lenguaje” decía Nietzsche (Nietzsche, 2001) , frase que cabe a la perfección en el
sentido que el lenguaje es un producto social y por lo tanto susceptible de
apreciaciones que en algunos contextos pueden considerarse como algo falso. De
esto último se desprende que las verdades pueden ser nominales y reales es
decir depende de lo que se diga y de lo que realmente es. Por ende si queremos
juzgar una imagen debemos saber utilizar nuestro lenguaje, y saber que
significan las verdades que estamos tratando de evaluar.
En cuanto a cultura y
sociedad se debe reconocer primero que hay verdades distintas a las nuestras
por lo tanto se debe comenzar con conocer la forma de adquirir conocimiento y
ser conscientes que “solo podemos generar conocimiento nuevo basándonos en
nuestra cultura” (Gershenson, 2013)
Como último rubro del cual depende la verdad se
menciona a la lógica, ciencias como las matemáticas se basan en
axiomas y de estos se derivan a proponer teoremas. Pero el problema es que
muchas veces se tienen distintos axiomas posible para valorar algo, lo cual
puede tomarse como algo limitado o si se quiere subjetivo.
De todo lo anterior surgen preguntas obvias, ¿Cómo se puede
decidir sobre la verdad en situaciones diarias? ¿Cómo se puede manipular la
verdad? ¿Cómo podría detectar una verdad manipulada?
Primero que nada, en una situación cotidiana debe valorarse
el contexto en que se da una situación para determinar su veracidad. A parte
del contexto debe verse la interacción que haya entre el sujeto y el objeto,
para determinar la veracidad de la imagen, y en muchos casos se debe adaptarse
al contexto y cambiar de paradigma en
caso de ser necesario. Por ejemplo un docente que vea peleando a dos niños,
debe detenerlos de inmediato pero para aplicar justicia debe conocer el
contexto en que se dio la pelea, y también el medio en que se desarrolla el
niño; ya que esto último puede haber sido el detonante de la pelea.
Con respecto a la segunda y tercera pregunta, se puede
contestar así: para manipular la verdad habrá que saber utilizar nuestro idioma
y el contexto en que se va a decir. Por otro lado decía Maquiavelo "Todos
ven lo que aparentas; pocos advierten lo que eres" lo cual implica como
sujeto OBSERVAR y tener en cuenta la complejidad, el contexto para poder
prevenir creer en una verdad manipulada. En palabras técnicas quizá sería decir
que para detectar una verdad manipulada se debiera aplicar los postulados
básicos de la ciencia: objetividad, cognoscibilidad, y verificación.
Todo concepto de verdad es debatible, y al estar en un mundo
supeditado al lenguaje y a nuestra cultura las verdades se deben
contextualizar. Lo cual nos deja en una posición de que se debe asumir una actitud
abierta y tolerante para lograr determinar si algo no concuerda con el objeto y
por lo tanto su veracidad.
Finalmente no se trata de decir que todo es relativo y que
es imposible vivir en nuestra sociedad o de caer en el dogmatismo de decir que
“es una sociedad llena de mentiras” sino de cambiar nuestros paradigmas y ser conscientes
de que nuestro mundo es multicultural y por lo tanto lleno de ideas nuevas.
Fuentes utilizadas:
- Gershenson, C. (2013). coursera. Obtenido de https://d396qusza40orc.cloudfront.net/ciencia/doc%2Fverdadsociedadcultura_U2S4.pdf
- Nietzsche, F. (2001). Sobre la verdad y mentira en sentido extra moral. Obtenido de http://www.lacavernadeplaton.com/articulosbis/verdadymentira.pdf
Puedo decir q...." la verdad" no es mas q dar nuestro punto de vista basado en un previo analicis de la situación en la cual uno pueda encontrarse , no enfocado a satisfacer lo q una segunda o tercera persona quiera escuchar....sino a ser objetivo y fieles a la hora de expresar nuestras ideas...:)
ResponderEliminarPara mi la Verdad la vinculo con los valores, sobre todo con la honestidad,que significa mantener la veracidad en las palabras y acciones. En resumida la verdad es hablar con el corazón.
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